El maíz tiene alta adaptabilidad a todo tipo de suelo. Sin embargo, para lograr su máximo rendimiento requiere de la aplicación de los siguientes consejos.
#AgriculturaDe acuerdo con datos del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), el rendimiento medio de los cultivos de maíz en Paraguay alcanzó 5.367 Kg/Ha. Una cosecha para nada despreciable, que prueba que es un cereal con alto nivel de adaptabilidad a las condiciones de suelo y que puede arrojar buenas cifras de producción.
Sin embargo, no todos los productores logran esos márgenes de rendimiento y, mucho menos, una buena utilidad. Si eres uno de ellos, puedes aplicar los siguientes consejos para aumentar la rentabilidad de tu cultivo de maíz:
Tener un buen terreno y semillas de alta calidad no es suficiente para obtener una cosecha rentable. Los mejores resultados al respecto radican en la atención y cuidados que le dediques a tu cultivo de maíz. Entre estos, uno de los más importantes es la conservación de la distancia ideal entre líneas de siembra. Así, evitas que cuando las plantas crezcan afecten con su sombra a otras más pequeñas que necesitan desarrollarse y se encuentran a sus lados.
Recuerda que esa distancia ideal se caracteriza por tener, como mínimo, una luz de entre 50 y 60 centímetros, pero tampoco debe ser muy superior a lo señalado. Eso puede derivar en una fertilización deficiente para alcanzar todas las plantas.
El fertilizante es altamente responsable de la rentabilidad de un cultivo de maíz o de cualquier otro producto agrícola. Cuando se elige correctamente -es decir, pensando en las características específicas del terreno y las semillas- ayuda al crecimiento de granos saludables, resistentes y de excelente calidad nutricional, que se venden fácilmente y a buen precio en el mercado.
Además, al aplicarlo en las dosis correctas y según las especificaciones del suelo, te evitas gastos asociados al uso de fertilizantes cuyos nutrientes ya los posee el terreno.
Como se insinuó anteriormente, el suelo también juega un papel importante en la rentabilidad de una plantación. Antes de sembrar, debes hacerle estudios para determinar qué nutrientes, cuidados y demás al respecto requiere. Esto, con el fin de evitar erosiones intensas, baja capacidad nutritiva y falta de irrigación.
Puedes pensar, por ejemplo, en tratamientos a base de fósforo, nitrógeno y/o potasio. Pero todo depende de los resultados de los análisis de suelos previamente realizados. Recuerda que el maíz es el segundo cultivo de mayor extensión en el país y las características específicas de los terrenos pueden variar notablemente entre departamentos como Alto Paraná, Canindeyú, San Pedro y Caaguazú, que abarcan más del 70% del área sembrada.
Adicionalmente, no lo olvides que en la determinación del tratamiento de cuido para el suelo inciden variables como el cultivo anterior, el tenor de materia orgánica y la expectativa de productividad.
El maíz, al ser extremadamente nutritivo y energético, tiene como enemigos a diversos tipos de organismos interesados en alimentarse de sus granos. Si no se tratan como es debido pueden arruinar por completo tu producción y hacerte perder la inversión.
Por lo tanto, es necesario que conozcas las plagas comunes en la región donde se encuentra tu cultivo. De esa manera, puedes elegir correctamente el tipo de producto y dosificación a aplicar en tu plantación para mantenerla libre y saludable.
Aplicando estos cuatro consejos -junto a herramientas tecnológicas y conocimientos ancestrales y científicos- puedes garantizar una alta rentabilidad para tu cultivo. Como ves, no se trata de un proceso complicado y te garantiza unas cuantas monedas de más en los bolsillos.
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